Luz Verde al Distrito Aeroportuario de Bogotá: Un Proyecto con Voces en Contra.

Entre Jubilo y Preocupaciones

Miton F 27 de agosto de 2024Última actualización: 27 de agosto de 2024

El alcalde Carlos Fernando Galán ha dado un importante paso hacia el desarrollo del Distrito Aeroportuario Engativá, un ambicioso proyecto que busca posicionar a Bogotá como la ciudad portuaria más importante de Latinoamérica. El decreto firmado por el alcalde marca el inicio de una transformación estratégica en el entorno del Aeropuerto Internacional El Dorado, abarcando 393 hectáreas al norte y al nororiente del aeropuerto, que es más de tres veces la extensión del parque Simón Bolívar. Este área alberga más de 19.500 viviendas, con una población residente de más de 62.000 personas y una población flotante cercana a 30.000, generando alrededor de 13.500 empleos.

¿Cómo se Dividirá el Distrito Aeroportuario?

El proyecto se divide en tres zonas principales, según la Secretaría de Planeación:

Unidad Funcional Ciudad Florida: Esta área se desarrollará con usos de alto valor, relacionados con la actividad aeroportuaria, y zonas de vocación residencial fuera del área de mayor impacto aeronáutico.
Unidad Funcional Álamos: Se centrará en mejorar las condiciones del territorio para elevar la calidad de vida en los barrios adyacentes.
Área de Mejoramiento Territorial: Dedicada a la mejora de las condiciones de vida en el sector, sin que implique la expropiación de predios ni el desplazamiento de residentes.

El Distrito ha asegurado que la transformación no conllevará la expropiación de propiedades ni afectará el avalúo catastral de los terrenos. Además, cualquier transacción entre privados se llevará a cabo a un precio justo, basado en un avalúo comercial, con la garantía de protección para los actuales moradores del territorio.

Impacto Ambiental del Proyecto

El proyecto contempla varias medidas para mejorar el entorno ambiental y urbano:

Reforestación: Se incrementará la relación de árboles por habitante, pasando de 1 árbol cada 35 personas a 1 por cada 3, con el objetivo de mejorar la calidad del aire y reducir el ruido.
Corredor Ecosistémico: Se adaptará un corredor desde el río Bogotá hasta el parque Simón Bolívar a lo largo de la calle 63, con un arbolado que mejorará el espacio público.
Manejo de Aguas Lluvias: Se intervendrán los canales Marantá y Los Ángeles para mejorar el manejo de aguas lluvias, prevenir inundaciones y optimizar la conectividad ambiental.
Espacio Público: La proporción de espacio público se ampliará de 1,93 metros cuadrados a 3,7 por cada habitante.
Renovación de Andenes: Se renovarán los andenes para mejorar la seguridad y accesibilidad, dado que actualmente el 89% de esta infraestructura está en mal estado.

Voces en Contra del Proyecto

A pesar de las garantías proporcionadas por la administración del alcalde Galán, el proyecto ha enfrentado una serie de críticas y oposición por parte de la comunidad. Entre las preocupaciones expresadas:

Posible Impacto en la Comunidad: Algunos residentes temen que, a pesar de las promesas, el proyecto pueda llevar a un aumento en la presión inmobiliaria y la eventual expropiación de propiedades, afectando a las comunidades locales.
Transparencia y Participación Ciudadana: Existen dudas sobre la transparencia del proceso y la falta de una participación ciudadana efectiva en la planificación del proyecto. Los críticos han señalado que la comunidad no ha sido suficientemente consultada ni informada sobre el impacto real del proyecto en sus vidas.
Preocupaciones Ambientales: Aunque el proyecto incluye medidas para mejorar el entorno ambiental, hay inquietudes sobre si estas acciones serán suficientes para mitigar los posibles impactos negativos a largo plazo y si se cumplirán efectivamente.

El Distrito Aeroportuario Engativá representa una ambiciosa iniciativa para transformar el entorno del Aeropuerto Internacional El Dorado y posicionar a Bogotá como un centro portuario clave en Latinoamérica. Sin embargo, las preocupaciones de la comunidad y las voces críticas subrayan la necesidad de una supervisión continua, transparencia y un diálogo abierto entre las autoridades y los residentes. El éxito del proyecto dependerá de cómo se manejen estas preocupaciones y de la efectividad en la implementación de las garantías y medidas ambientales prometidas.

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