La Comunidad Muisca de Suba denuncia apropiación ilegal de sus territorios ancestrales y ataques por parte de la fuerza pública.

Continua la violencia contra las comunidades indigenas en Bogotá.

El la noche del 7 de septiembre, la comunidad indígena Muisca de Suba, en Bogotá, denunció públicamente una serie de artimañas empleadas por constructores y autoridades aliadas para apropiarse ilegalmente de sus tierras. En medio de su ejercicio de defensa territorial autónomo, la comunidad también fue víctima de la represión violenta por parte de la fuerza pública, incluyendo la intervención del Escuadrón Móvil Antidisturbios (ESMAD), ahora llamado UNDMO  quienes atacaron a los miembros de la comunidad con granadas aturdidoras y gases lacrimógenos.

A través de sus plataformas de información, la comunidad manifestó que las entidades responsables de velar por el cumplimiento de la ley han actuado de manera ilegal y en complicidad con intereses privados, despojando a la comunidad de sus tierras sin respetar los procedimientos legales ni los derechos que como pueblo originario de Bogotá les corresponden. Esta situación ha puesto en riesgo su autonomía y la integridad de sus territorios ancestrales.

A pesar de estas circunstancias adversas, la comunidad Muisca ha decidido activar rutas jurídicas y mecanismos de protección de derechos humanos. En el marco de su autonomía, los Muiscas han reiterado su compromiso con la defensa de sus derechos territoriales y culturales, subrayando la importancia de preservar sus tierras, que son esenciales para su identidad y supervivencia como pueblo originario de la capital.

La comunidad continúa su lucha por hacer valer sus derechos y frenar la apropiación ilegal de su territorio, recibiendo el respaldo de diversas organizaciones defensoras de derechos humanos.

Desde el Diario La Piragua, informó Milton Fabiani

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