Hija del presidente sale exiliada del país por violencia política.
Salida del país de Antonella Petro no es un hecho aislado.
La salida de la hija del Presidente Petro del país: un reflejo de la polarización y la persecución en Colombia
En los últimos días, la salida del país de Antonella Petro, la hija menor del presidente Gustavo Petro, ha generado un gran revuelo en Colombia. Según las declaraciones del propio mandatario, la decisión de su hija de abandonar el país se debió a la «persecución psicológica» que ha sufrido en los últimos meses. Este término ha sido empleado por el presidente para describir las presiones y ataques que Antonella ha enfrentado, especialmente en entornos escolares y sociales, donde la polarización política se ha intensificado.
Durante la ceremonia de posesión de la nueva Defensora del Pueblo, Iris Marín, el presidente Petro expresó su profunda tristeza por la partida de su hija, describiendo cómo ha sido víctima de un ambiente hostil marcado por lo que él denomina un «fascismo creciente» en la sociedad colombiana. Este fenómeno, según el mandatario, se manifiesta en sectores de las clases altas y medias, que no comprenden la orientación del gobierno hacia la inclusión y el apoyo a las comunidades más desfavorecidas.
El presidente también mencionó que la salida de Antonella lo afectó profundamente, al punto de no poder cumplir con varios compromisos oficiales, incluido un importante evento con la Corte Suprema de Justicia en Quibdó. Según Petro, la situación le causó un «luto personal», dejándolo sin fuerzas para hablar en público durante esos días.
La situación de Antonella no es un hecho aislado. A lo largo del mandato de Petro, sus familiares han sido objeto de críticas y ataques en diversos contextos. Un episodio notable ocurrió en noviembre de 2023, cuando Antonella tuvo que abandonar un estadio en Barranquilla entre lágrimas, tras ser abucheada junto con otros familiares del presidente durante un partido de fútbol.
Esta salida del país pone de relieve no solo el impacto personal y familiar que la alta polarización política tiene en Colombia, sino también los retos que enfrenta el presidente Petro al intentar navegar un entorno social cada vez más dividido. Aunque no se ha especificado el destino de Antonella, se sabe que sus hermanas mayores, Andrea y Sofía, ya residen en el extranjero, lo que subraya el grado de exposición y vulnerabilidad que la familia presidencial ha tenido que soportar.
Este evento es un claro ejemplo de cómo las tensiones políticas pueden trascender el ámbito público y afectar profundamente la vida privada y emocional de quienes están en el centro de la vida política del país.
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