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La Amenaza Invisible: La Apropiación Ilegal del Cuadrante 14 en el Parque Simón Bolívar y su Impacto en el Humedal Salitre El Greco la Esmeralda.

La invasión irregular y apropiación ilegal en una de las zonas más sensibles de Bogotá está generando un daño ambiental irreparable, afectando el equilibrio ecológico de la ciudad.

En el corazón de Bogotá, el Parque Simón Bolívar es conocido como el pulmón verde de la ciudad, un espacio vital para la conservación de la biodiversidad y el equilibrio ambiental. Sin embargo, una amenaza silenciosa y devastadora se ha cernido sobre este lugar emblemático: la apropiación ilegal del Cuadrante 14, un área que forma parte de la Estructura Ecológica Principal del parque.

Recientemente, ha  salido a la luz las graves afectaciones causadas por el proyecto permitido por el Instituto Distrital de Recreación y Deporte (IDRD) para la construcción de la carpa de Ocesa Colombia sobre el Humedal Salitre El Greco la Esmeralda, donde se presento el Circo del Sol. Este proyecto, coloca en riesgo este importante y vital espacio, porque derivará en la construcción de un Centro Bolivariano para la realización de eventos, se está llevando a cabo en un lugar que, aunque no declarado oficialmente, es un humedal de vital importancia ecológica.

Los vecinos, ecologistas y defensores del medio ambiente han expresado su indignación a través de velatones, marchas y protestas pacíficas en los alrededores del Circo del Sol y en los potreros donde pastan los caballos de la policía. En resumen, han convertido el humedal en un circo y ahora buscan apoderarse de él para sus intereses.

El Cuadrante 14, un área clave para la recarga hídrica y la protección de la flora y fauna del parque, ha visto cómo se endurecen sus suelos debido a construcciones ilegales y actividades humanas inadecuadas. Este proceso no solo ha bloqueado los caminos naturales del agua hacia los acuíferos, sino que también ha afectado directamente la reserva ambiental de Bogotá, una de las zonas más importantes para la conservación ecológica en la ciudad.

El daño no se detiene ahí. El Humedal Salitre El Greco, uno de los ecosistemas más delicados y vitales de Bogotá, está viendo cómo sus relictus de agua se contaminan y se reducen, denuncias conocidas por el Diario La Piragua, dejan ver como usaron hasta motobombas para secar los cuerpos de agua. La invasión ha cambiado el curso natural de las aguas, debido al endurecimiento de las zonas de filtración, lo que lleva a la pérdida de la calidad del agua y a la disminución de la biodiversidad. Lo que una vez fue un refugio para diversas especies de aves, mamíferos y plantas, ahora se encuentra en peligro de convertirse en un espacio inhóspito.

Además, la invasión y apropiación irregular del Cuadrante 14 está causando un daño directo a la reserva ambiental de Bogotá, un espacio que debería ser protegido y conservado para las futuras generaciones, hoy esta en grave riesgo de perderse, sin olvidar que estos terrenos le pertenecen a la ciudadanía, al Parque Simón Bolívar, al Humedal y hacen parte de la herencia dejada por el abogado José Joaquín Vargas. La falta de acción por parte de las autoridades competentes ha permitido que la situación se deteriore, poniendo en riesgo no solo el patrimonio natural de la ciudad, sino también la salud de sus habitantes y su espacio publico.

Otro Conflicto Socio-Ambiental

Este no es solo un problema ambiental, sino también un problema social y político. La falta de control y la permisividad ante estas invasiones demuestran un vacío en la gestión pública, un contubernio ilegitimo entre autoridades e inescrupulosos y una falta de conciencia sobre la importancia de los recursos naturales de la ciudad. El Parque Simón Bolívar y sus áreas circundantes son esenciales para la calidad de vida en Bogotá, y permitir su degradación es una señal de una profunda desconexión con las necesidades ecológicas de la urbe.

Es imperativo que se tomen medidas urgentes para frenar esta apropiación ilegal y restaurar el equilibrio natural del Cuadrante 14 y sus áreas adyacentes. El futuro de Bogotá depende de nuestra capacidad para proteger y conservar sus espacios verdes y sus recursos hídricos. Si no actuamos ahora, el costo ambiental y social será irreparable.

La ciudad no puede permitirse perder su pulmón verde, y es responsabilidad de todos – ciudadanos, autoridades y organizaciones – unir esfuerzos para garantizar que el Parque Simón Bolívar, el Humedal Salitre El Greco la Esmeralda y la reserva ambiental de Bogotá sigan siendo un legado vivo para las generaciones futuras.

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