Alarma por Descenso en los Niveles de los Embalses del Sistema Chingaza tras 12 Ciclos de Racionamiento
La falta de lluvias y el aumento en el consumo de agua ponen en riesgo el suministro en Bogotá, con los embalses al 51% de su capacidad.
Preocupante disminución en los niveles de los embalses del Sistema Chingaza tras 12 ciclos de racionamiento.
La Empresa de Acueducto y Alcantarillado de Bogotá (EAAB) ha emitido una alerta tras registrar una preocupante disminución en los niveles de los embalses del Sistema Chingaza, al cierre del ciclo 12 de racionamiento de agua en la ciudad. Después de meses de presentar una tendencia ascendente, los embalses, que abastecen de agua a la capital y a su área metropolitana, han comenzado a mostrar un descenso notable.
Actualmente, los embalses se encuentran al 51% de su capacidad y siguen disminuyendo, una situación que ha sido atribuida a la falta de lluvias y a un relajamiento en las medidas de ahorro por parte de la ciudadanía. Natasha Avendaño, gerente de la EAAB, expresó su preocupación por la situación y destacó que la ausencia de precipitaciones tanto en el embalse de Chuza como en el piedemonte llanero ha sido un factor determinante en la reducción de los niveles de agua.
Además, Avendaño señaló un aumento en el consumo de agua, con promedios que superan los 17 metros cúbicos por segundo en los días sin racionamiento, una cifra alarmante que se aleja de los objetivos de ahorro propuestos por la entidad. «La situación es crítica. Si bien hemos implementado ciclos de racionamiento para controlar el consumo, la falta de conciencia ciudadana y las escasas lluvias nos están llevando a una posible crisis hídrica en la ciudad», comentó la funcionaria.
Ante este panorama, la EAAB hace un llamado urgente a la población para reforzar las medidas de ahorro de agua, recordando que la colaboración de todos es crucial para evitar una situación de desabastecimiento más grave en los próximos meses. «Es fundamental que los bogotanos comprendan la importancia de reducir su consumo de agua. No es solo un problema de la EAAB, es un desafío para toda la ciudad», agregó Avendaño.
La situación también ha puesto en alerta a las autoridades locales, que ya están evaluando nuevas medidas para enfrentar la crisis. Entre las posibles acciones se incluyen la extensión de los ciclos de racionamiento y la implementación de campañas más agresivas de sensibilización sobre el uso racional del agua.
Mientras tanto, se espera que las condiciones climáticas mejoren en las próximas semanas, aunque los pronósticos meteorológicos no son del todo optimistas. «Estamos haciendo todo lo posible para mantener el suministro, pero necesitamos el apoyo de la naturaleza y, sobre todo, de la ciudadanía», concluyó Avendaño.
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La EAAB continuará monitoreando la situación de cerca y mantendrá informada a la comunidad sobre cualquier cambio significativo en los niveles de los embalses y en las políticas de racionamiento. Mientras tanto, la recomendación es clara: cada gota cuenta.
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